25.10.08

Y Ud. si me imagina(ba) así?

Charles Bricman se va lanza en ristre contra los comentaristas anónimos. No se trata de una cuestión de derecho sino, para él, de credibilidad y cortesía. “A menos que tengan una razón imperiosa (…) se están disparando una bala en el pie”. Qué importancia le podemos dar a una opinión de alguien cuyo nombre nos es desconocido? “En el anonimato, veo un poco la burqa del bloguero” exclama este reconocido periodista y bloguero belga de cierta edad. La discusión, que continúa en su blog, ha interpelado mis razones para mantener un anonimato.
Sigo pensando que nuestras sociedades no están todavía listas para aceptar que uno pueda tener una opinión diferente sobre el negocio de su empleador o derecho de rumbear y tomarse fotos sin que por ello los de recursos humanos lo tilden de inmaduro en una entrevista de trabajo. Igual o peor cuando se trata de expresar opiniones políticas. Me quito el sombreo ante aquellos que no temen dar la cara, nombres y apellidos, guardan su compostura al escribir y lidian con los retrógrados en sus bitácoras. No me gustan entonces aquellos valientes que, bajo la cubierta de un pseudónimo, sueltan mentiras o cosas desagradables. Igual si conocemos sus nombres. Sin embargo, no dudo en conocer, apenas la ocasión se presenta, uno que otro bloguero dejando a un lado mi burqa.
El anonimato entonces debería hacernos más responsables, detallados, equilibrados y abiertos. Si a veces las pasiones nos arrebatan y no podemos contenernos delante del teclado, tengamos en cuenta que el precio que pagamos es una pérdida de nuestra credibilidad.
De otro lado, qué interés todavía a ponerle un nombre y apellidos a alguien si a través de sus garabatos digitales podemos forjarnos una (buena) idea de su personalidad y hasta de su físico? No olvidemos que todo está guardado en la memoria ‘cached’ de Google.
Mientras me decido pues y a guisa de conclusión, le pregunto amable lector@: Cómo se imagina(ba) el autor de este blog?
Todas las respuestas correctas serán confirmadas :-)
PD: Una pequeña ayuda se encuentra haciendo click arriba en la foto de la mujer Rashaida con burqa (foto de Vit Hassan en flickr)

15.10.08

Blog Action Day 2008 : Pobreza

Se están viviendo tiempos difíciles en el mundo. Reflexionar sobre la pobreza, sin que los Grandes, que inyectan enormes capitales para salvar el deficiente sistema financiero, consideren dar una milésima parte de todo ese dinero para solucionarla, me suena como formular votos piadosos. En todo caso, gracias a estos blogueros por su iniciativa y por ponernos a pensar al mismo tiempo que otros temas ocupan nuestra mente hoy.

(A cada uno le dejaré mi opinión)

Francisco y la cadena de favores
Diana Cats nos invita a revisar nuestros armarios
Elise Huard and the poverty in Belgium
Canciones de pobreza en medio del ruido
Cinco espantosas estadísticas sobre la pobreza
El 'capitalismo filantropico' de Filantropía
Anna y el inmenso cubo de basura
Carlos J. Galán, algo tenía que decir, ¿no?

(...)

5.10.08

Unos lazos flacos y efímeros? (2)

El segundo año de este blog ha estado marcado por una pérdida de la excitación que produce el publicar mis propios contenidos y trabar lazos con personas con las que difícilmente hubiera podido hacerlo por fuera de Internet. Ya había expresado mi aprensión acerca del tipo de vínculo que se establece gracias a los nuevos instrumentos de la Web 2.0.
Con la llegada del microblogging y otras herramienta que buscan (con éxito?) crear redes sociales surgen los interrogantes.
Ya no se trata de seguir hablando de la dualidad entre lo virtual y lo real (la línea que los separa es muy delgada) ni de una utilización eficaz del tiempo (muchos plannings fracasan pues no se toma en cuenta que necesitamos también tiempo para divertirnos).
A muchos de mis coetáneos la idea de describir los detalles de nuestra cotidianidad les parece absurda y hasta pueril. Twitter, por ejemplo, sería visto como un narcisismo moderno llevado al extremo. Están los jóvenes confundidos y ansiosos de celebridad, al creer que cada uno de sus “trinos” es fascinante y que es necesario compartirlo con el resto del mundo?
Estaremos ‘sufriendo’ de lo que los sociólogos llaman “ambient awareness”? Algo así como “conciencia cercana”. Es, dicen, como estar físicamente cerca de alguien y enterarse de reojo de su estado de ánimo a través de las cosas que hace – lenguaje corporal, suspiros, comentarios sueltos – pero sin poder tocarse. Hagan de cuenta el señor que nos mira en el metro por encima del periódico que está leyendo.
El fenómeno es difícil de entender si uno no está metido en eso. Únicamente leer el Twitter de un desconocido no tiene nada de interesante porque parece tonto o absurdo. Sígalo durante unos días y comenzará sentir como una pequeña historia, sígalo un mes y se convertirá en una novela.
Pero qué clase de relaciones podemos establecer con esta “conciencia en línea”?
Si cada persona es capaz de mantener un número limitado de relaciones cercanas, cómo se logra mantenerse al tanto de cientos de amigos y seguidores en Twitter (o Facebook)?
Estar constantemente conectados nos ayuda a hacer más fuertes y ricas nuestras relaciones con nuestros amigos íntimos y familiares pero no aumenta básicamente el número de éstas. Estos lazos se tejen ‘cara a cara’ y off-line. Los otros, los flacos y efímeros, los seguimos de reojo manteniendo nuestras distancias. Al fin y al cabo sólo nos separa un clic en 'follow' o en 'remove'.
Otra reflexión sobre el mismo tema.