De qué hablan los bruselenses?

Qué anima las conversaciones entre colegas, amigos y familiares? Cuando voy a Colombia algunos me dicen que Bélgica debe ser un paraíso (“eso debe ser muy bueno por allá, no como acá”). En realidad si no fuera por la bendita guerra, conflicto armado o como lo quieran llamar, los temas de conversación podrían ser parecidos. Con la tal globalización no hay nada o casi nada que uno vea o tenga aquí que no se haya visto ya en Colombia (algunos todavía le dan las gracias al famoso presidente de la ‘apertura económica’).
Inspirado en el sondeo de La Tribuna de Bruselas y tratando de no poner cara de bloguero al hablar con colegas y conocidos (será que a uno se le nota cuando piensa escribir sobre algo? Alguno de Uds. anda con un cuadernito para escribir sus posts?) me atrevo pues a esbozar una respuesta a una pregunta que tiene mil respuestas.
Delimitemos entonces un poco. La actualidad de farándula, cine, TV, deportes, política extranjera, saquémosla de la lista. Menciono aquella ‘estacional’, que siempre me ha llamado la atención desde mi primer año por aquí, es que uno ‘tiene’ que ir a alguna parte de vacaciones. Supongo que por la falta de sol nadie debe quedarse sin recargar sus baterías de energía solar. Entonces todos intercambiamos opiniones sobre nuestros destinos preferidos.
Presentemos ahora sólo lo que llamaríamos los temas ‘serios’: La sensación de inseguridad en la ciudad, el tráfico pesado, los alquileres por las nubes y el alto desempleo. No son entonces casi los mismos que en Bogotá o en Caracas si la actualidad no estuviese dominada por la falta de pluralismo político?
Bueno, dirán algunos de mis lectores pero es que allá es diferente, no hay (casi) corrupción, el gobierno ayuda, hay subsidios para muchas cosas, etc. Respondo que todo eso es cierto pero no va a durar eternamente y además son numerosos los casos en que el sistema no funciona como muchas personas desde el exterior lo piensan.
Y entonces qué hace uno aquí? Todas mis razones personales no las voy a desvelar (♥ + $) pero por lo menos una: aprecio la capacidad de movilización y de asombro ante la pérdida de una vida humana. Sé que después de tantos muertos en nuestro país es muy difícil de evitar esas conversaciones “te acordás de fulanito? Pues lo mataron ayer para robarlo!” y después seguir viendo la telenovela. Que la gente se indigne aunque sea en un blog o en un comentario (decente) puede parecer irrisorio pero algo es algo. Tomarse el trabajo de materializar su pensamiento y dejarlo para la posteridad nos permite a los que estamos lejos, al leerlo, sentir que los colombianos, de allá y de aquí, podríamos movilizarnos por algo, más allá de la silla del computador para ir a buscar una cerveza en la nevera.